El clima está tan loco que es díficil darse cuenta de que la primavera está asomando la nariz y la cuenta atras ha comenzado ya.
Tiempo de sembrar las flores. No nos damos cuenta y asumimos las cosas sin más, pero no deja de ser inmensamente sorprendente lo maravilloso del rebrotar de la vida. Unas semillas, un par de días y un poco de agua, y donde no había nada empiezan a intuirse unas manchitas verdes que con el tiempo serán palntas con flores.
Y vuelta a empezar.