martes, 26 de febrero de 2008

Brotes

El clima está tan loco que es díficil darse cuenta de que la primavera está asomando la nariz y la cuenta atras ha comenzado ya.

Tiempo de sembrar las flores. No nos damos cuenta y asumimos las cosas sin más, pero no deja de ser inmensamente sorprendente lo maravilloso del rebrotar de la vida. Unas semillas, un par de días y un poco de agua, y donde no había nada empiezan a intuirse unas manchitas verdes que con el tiempo serán palntas con flores.

Y vuelta a empezar.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Phishing

Cuando lees algunos emails timo alucinas con que aún haya gente que pique.

Copio del último que he recibido, supuestamente del Santander:
Para impedir que su cuenta sea minusvalida, le rogamos entrar al sistema de su cuenta (login) y asegurarse de que sus datos de cuenta estan completos.


cuenta minusválida? qué traductores automáticos usan esta gente? :-)
Te dejan ojiplática

lunes, 11 de febrero de 2008

Abrir

Desde muy cría siempre me ha gustado tener al menos un cajón desastre, uno de esos en los que no hay nada establecido a la hora de guardar las cosas. Donde vas dejando objetos variopintos que, o no sabes dónde guardar y organizar, o no te apetece recoger en ese momento.
Acabas acumulando un montón de cosas, y como no es un cajón que suelas abrir, hacerlo es divertido. O cuando estás pasando por un día "pocho". Algo habrá que te haga sonreir, o al contrario, ponerte meláncolica.

Un collar que creías perdido, un carnet de biblioteca caducadísimo con tu foto de hace diez años (luego dicen que no he cambiado.. ais), una tarjeta de un restaurante que te gustó y prometiste volver, un sobre de almax (de los quenunca tienes cuando necesitas), o un contrato inicio de un engaño, o una cartera sin estrenar...
Al final estos cajones son lo que más te cuentan de ti.

martes, 5 de febrero de 2008

Puertas

A veces hay puertas que se abren solas. Algunas puertas las puedes llegar a abrir tú sola con mucho esfuerzo. Otras veces tienes personas que te ayudan a abrirlas, o te las abren del todo.
Pero en ocasiones te encuentras con gente que se coloca detras y hacen lo posible para que por mucho que empujes, la puerta no se abra. Otras veces alguien te la cierra en las narices dando un gran portazo. Suerte que esta gente en su concentración en cerrarla lo más fuerte que puede, se olvida de quitar los dedos.
Y se los machaca.