Ayer vi Supermodelo, en cuatro. Este año todavía no había podido.
Es un programa muy cruel, lleno de lágrimas. Enfrentan a unas niñas a una competición carnívora, bueno, mejor dicho, caníbal. Han de competir todo el día, las tratan mal y a gritos, los "profesores" se burlan de ellas, las hacen llegar al límite. Para rematarlo, las dos nominadas de cada semana han de decirse todos los defectos, una a la otra, y sus compañeras deben posicionarse unas con otras.
Los cortes de vídeo que nos van poniendo nos sirven en bandeja niñas con el rimmel corrido constantemente.
Es bastante triste.