Los publicistas que hicieron el anuncio en el que un padre recibe el desprecio de su familia por haber comprado el coche que no era son crueles hasta la médula.
El hombre llega a casa todo ilusionado y salen a recibirle los críos, el perro, la mujer todos excitaos diciendo "¿lo tienes?" . Todos corriendo hacia la calle a contemplar extasiados un monovolumen. Todos felices. Hasta que llega el vecino y abre el coche y se va. Era suyo. El otro estaba detrás y pasaba desapercibido. En esas sale el padre aún con cara de gilipollas que cree que ha comprado algo que va a gustar a su familia y cuando pregunta "os ha gustado" recibe caras largas y de desprecio hasta del perro, y queda solo en la acera, en el hueco del coche que no era, aún sorprendido.
Cruel. Patético. Seguramente esta vez nadie protestará, no se alzarán voces escandalizadas como en otros diciendo que a una modelo se le veía medio pecho.
Pero esto es mucho peor. ¿Qué mensaje nos manda?
Uno muy cruel.
1 comentario:
Aún peor me parece a mí el anuncio en el que un chico acude a una ventanilla donde la funcionaria de turno le dice "le hace falta un impreso" y él le dice a ella "y a tí ir más al baño". Para promocionar un producto con fibra hace falta decir que a la gente se le pone mal carácter porque no defeca?
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