lunes, 29 de mayo de 2017

Acoso telefónico e impotencia.

Cuando me volví a Zaragoza una de las primeras cosas que hice fue trasladar mi línea de teléfono. Logicamente me asignaron otro número. Un número que en una posterior mudanza mantuve y ahora me estoy empezando a arrepentir.

Al principio de tenerlo me llamaron un par de veces preguntando por un señor, hasta aquí todo normal. Sería el antiguo propietario del número, "aquí no es" y punto.
Pero un par de veces, al llegar a casa y comprobar el contestador habían dejado unos mensajes muy desagradables a este señor. Parece que dejó a deber dinero a alguien y ese alguien estaba muy enfadado con él y dejó constancia en mi buzón de voz acordándose de su ascendencia ya fallecida y amenazando con hacer cosas nada bonitas.

Muy fuerte, pero bueno, bloquée el número y ya no volvió a llamar.

De vez en cuando, como un par de veces más al año volvían a llamar preguntando por el señor este, diferentes personas. "Aquí no es" "vale, perdone". Punto y pelota.

Pero hace meses empezaron a llamar desde varios números de Madrid, siempre distintos, a veces iguales, pero de Madrid. Unas veces cogía y preguntaban por el pavo este, les decía que no era aquí y decian que ok, otras veces me colgaban nada más cogerlo, otras me dejaban un rato con una máquina que me decía "espere".

Cuando empezó a ser ya recurrente y a juntar temporadas con varias llamadas muy seguidas comencé a buscar en internet de dónde eran esos números, y oh sorpresa, estaban todos toditos reseñados en webs de spamm telefónico con el nombre de GESIF.

En estas webs y en otras estuve buscando información y resulta que son una empresa de estas de gestión de deudas, o de "recobro" o "recompra de deudas".
Funcionan de la siguiente manera (en resumen). Tú debes algo a algun banco o empresa "grande", ellos se hartan de reclamar la dauda y entonces se "la pasan" a estas empresas. Esta gente, depende del tamaño de la duda se dedican a acosarte para reclamar el pago.
En este caso esta deuda no debe ser enorme porque "solo" llaman y llaman y llaman y llaman y llaman. Una forma de no dejarte en paz y que sientas que ahí están y que pagues.

Dudo mucho que esto sea muy legal, la verdad. Es acoso puro y duro.
Pero imaginad cuando aún encima la guerra no va contigo.

Al final pasé al método "te voy a denunciar", cosa que no ha servido de nada porque siguen llamando. El operador que toque en ese momento, casi todos, me acaba colgando. Alguna me ha dicho que ok, que tomaba nota para retirar el teléfono de la lista pero luego no ha pasado nada de esto y siguen.
Mi número fijo además lo tengo en lista Robinson y en teoría no debería recibir llamadas publicitarias, en teoría... Pero claro, esto no es publicidad. También se lo he hecho saber, pero nada.

En una de estas broncas conseguí que me dijeran de parte de qué empresa llamaban. Y era de Ibercaja. Ya lo había visto en internet que era con una de las que trabajaban, así que ya fue la confirmación definitiva.

Así que el otro día lo comenté en twitter etiquetando a Ibercaja. Elegí este canal porque alguna vez que he tenido algún problema me lo han resuelto por aquí (su atención al cliente vía teléfono daría para un post aparte, o tres), pero la/s o el/los CM que llevan twitter de esta entidad son muy eficientes.

Me contestaron enseguida:


Como me pedían hablamos por mensaje directo, proporcione mi número de tfno y mi dni y comprobaron que era así. Además soy cliente, así que muy díficil no era. Me dijo que pasaba incidencia y al rato que ya estaba todo arreglado y que no volvería a recibir llamadas.

Esto fue un viernes. El sábado volvieron a la carga. Volví a contactar con ibercaja y volvieron a pasar incidencia. Y el domingo tenía una llamada perdida del  GESIF de los cojones. Y hace un rato me han vuelto a llamar, dos veces. En la última sí me han contestado, le he gritado y le he dicho de todo y me ha colgado.
He vuelto a contactar con la caja. Vuelven a pasar incidencia y se disculpan.

Lo más cachondo de todo es que buscando info sobre la empresa esta he visto que a esta gente la tenía enfrente de mi excasa. Su sucursal en Zgz es una oficina del centro en la que curraban 24x7, lesveía desde mi ventana porque no tenían cortinas  y yo pensaba y estos qué harán. Pues mira, joder a la gente por teléfono.

Segun su web:
Ofrecemos soluciones integrales de recobro a nuestros clientes e incrementamos sus beneficios gracias  a una gestión flexible y experta. Gesif promueve el respeto por los deudores y una conducta ética.


Gestión flexible. ÉTICA. ¬*@#€%

No tengo muy claro que esto lo arreglen pronto.
¿Alguien sabe qué puedo hacer?

Por si os pasa a alguien, os dejo algunos de los números de los que llaman (estos son de estos tres últimos días). Van cambiando para que no les bloquees y para que te despistes y no sepan que son ellos.
911213979, 911814054, 911814077, 91213988, 911213975.
Técnicas muy éticas. Maja gente estos de Gesif, sí. Ya no sé ni la de meses que llevan tocándome los huevos el teléfono

...
 Actualizado: Ni diez minutos han pasado desde publicar esto y me han vuelto a llamar. Esta vez la tía se me ha puesto borde al decirle que iba a grabar la llamada y me salta que no me autoriza. Es la re ostia esto. Y otro número nuevo: 911213900
...
Actualización. 30 de junio de 2017
Al final parece que ha cesado el martirio, después de varios intentos quien se encarga del twitter de IberCaja consiguio que la incidencia se cursara y dejaran de llamarme.
Además envié una consulta a la Agencia de Protección de datos y me comentaron que los pasos a seguir si no cesaban eran presentar por escrito la solicitud de modificación o eliminación de mis datos telefónicos y si no respondían en 10 días comenzar con la denuncia, presentando como prueba la comunicación de modificación de datos.

martes, 11 de abril de 2017

¡Me ha pegado!

Hace pocos días estábamos tomando algo en una terraza de un parque. Íbamos los cuatro y la perra, y mientras nos preparaban la comida el mayor quiso irse a jugar a unos columpios que estaban como a 50 metros de la mesa.

Como le veíamos desde allí, le dejé ir. Había una niña en el tobogán y enseguida hicieron migas y jugaron juntos.
Pronto el pequeño quiso moverse también de la silla y se fue a jugar y a ponerse perdido a una fuente cercana a donde estaba el mayor. A este sí que le acompañé y allí me quedé con él y de fondo oyendo a mi hijo y la niña jugar.

En esas vino otro grupo, cuatro niñas y un niño. Más o menos de la edad del mío, 4, 5 años. No más.
Empezaron a chinchar un poco a mi hijo y a la otra niña, iban juntos y hacian piña. Nada importante, cuando iban a bajar unos, las niñas les ponían arena al final del tobogán, cuchicheaban entre ellas... lo normal, críos jugando.

En un momento dado estaban el mío y la otra niña arriba, listos para bajar pero se pusieron a hablar. Una de las niñas le dijo a otra "empújales" e hicieron amago de empujarles.
En vista de que el tobogán era de los antiguos, bastante alto (yo de pie no llegaba arriba), con bordes muy bajos, y el suelo "de verdad (nada de caucho blandito y maloliente), permanecí bien atenta e intenté acercarme un poco mientras jugaba con el pequeño. Por si la cosa se ponía fea.

Así un rato, cada vez que subían alguna de las otras niñas intentaban empujar al mío y a la otra. A todo esto, los padres de este grupo, 3 parejas andaban a lo suyo en la terraza sin mirar a los críos para nada.



Al final bajaron todos abajo y se pusieron a hablar al pie del tobogan. Vi que empezaban a preguntarse por los colegios y unos y otras que si el mío es muy chulo, más que el tuyo, bla bla..
Una de las niñas se puso a poner otra vez arena en el tobogan y dijo "ahora aquí no baja nadie porque lo digo yo".
El niño dijo que él quería subir. Y vi como mi hijo se le acercaba por detras y le decía "sube, que te ayudo".
Y en ese momento, sin más ni más, ni decir nada, el niño se volvió y con toda su fuerza le metió un puñetazo en medio del pecho, que me dolió hasta a mi.
Mi hijo se quedó muy sorprendido, sin respiración un segundo, y enseguida amagó con darle un tortazo de vuelta pero le metí un grito y dije que no. El otro crío entonces, cuando el mío se giró a mirarme, se volvió a darle otro puñetazo y ahí sí que metí otro grito de los fuertes "¡No se pega!".
El niño pegón me miró y sin inmutarse demasiado se giró y se fue al tobogán.

Las niñas se quedaron un poco alucinadas pero enseguida se hicieron las despistadas, salvo una que se fue hacia la terraza donde estaban sus padres. La otra niña intentó consolar a mi hijo que me miraba con los ojos llenos de lágrimas y me decía que él no había sido, que había empezado el otro.
Veía su frustación y su rabia, creo que era la primera vez que le pasaba algo así y no paraba de repetir que él no le había hecho nada para que le pegara y que había empezado el otro.

¿Qué hacer? ¿Qué decir? ¿Que es habitual que en la vida alguien te ataque porque sí? ¿Que aunque en casa aprenda que la violencia no es el camino realmente en la calle sí se la va a encontrar a menudo?
¿Cómo hacer que entienda que es algo que está mal pero que no debe dejarse pisar tampoco?

Quizás sea una tontería, pero el episodio me dejó con mucha desazón. Ver como un mico de crío que no tendría ni los cinco cumplidos era capaz de tal agresividad y además sin ningún motivo...
Ver también la sorpresa mezclada con la rabia del mío intentando entender qué había pasado y aún con el temor a que yo le riñera después del grito que metí.
 
Intenté explicarle con voz suficientemente alta para que los otros oyeran que sabía que él no había sido. Que así no se hacen las cosas. Que es absurdo dejar de jugar para liarse a tortazos. Que está muy mal pegar y también mal devolver el golpe.

Pero no sé si en ese momento me lo creía del todo.



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PD: los padres del mico pegón, ni asomarse por ahí. Y eso que una de las niñas se fue a voz en grito hacia las mesas "fulanito ha pegado a un niño".