miércoles, 23 de marzo de 2016

Yo también soy

Me entristece, y mucho, que la gente muera. Es triste y terrible que alguien decida matarte un día cualquiera mientras haces tus actividades cotidianas. Es horrible que al que aprieta el botoncito le de lo mismo que en ese momento pase por ahí una mamá con su hijo, o un abuelo, un padre de adolescentes camino a su trabajo, o una joven estudiante. Es descorazonador que haya gente que muera con las bolsas de la compra en la mano, junto con otras personas que simplemente habían acudido a un mercado. Inhumano que te maten mientras estás en un tren camino a una cita médica. No es justo que pisoteen tus derechos más fundamentales, ni que te roben lo más preciado, que es tu vida y la de los que más amas.

No deberíamos permitir que haya gente que tenga que salir de su tierra porque allí simplemente saben que no pueden vivir y que cualquier día acabarán entre un montón de escombros.

Tampoco deberíamos, entre todos, permitir que la gente muera de hambre o por enfermedades para las que alguien ya inventó una cura. Es catastrófico que personas salgan de sus países buscando la libertad perdida.

Todo es cruel y dramático.

Y lo que es peor, que todo esto pase por culpa de motivos de otra gente que antepone sus ambiciones de poder o dinero.

No nos engañemos, esta minoría numerosa de cabrones que están por todo el globo, son los que manipulan a otros que aspiran a tener lo que ellos tienen, o una buena parte de eso,  pase lo que pase, que se venden al mejor postor sin importar un ápice la moral o la ética, o que están tan pirados que ponen por delante su vida y la del resto creyendo que defienden un cuento que les han contado.

Teoría del caos, dejémonos de aleteos de mariposas, un tipo decide que quiere ser el que más mande en una parte del globo, otro deja de conformarse con los millones que ya ha ganado, otro... y en otra parte del mundo, un niño pierde a su padre en un atentado, secuestran a una cría y a sus compañeras en su escuela y un bebé se ahoga en la huida hacia un sitio seguro donde crecer.

Y estoy triste hoy, y ayer, y antesdeayer, y desde hace mucho tiempo, como muchos, desde que soy medianamente consciente de lo que cuentan las noticias, y esta tristeza se ha ido acrecentando conforme comprendí que la vida no es una película, que los malos ganan siempre y que ni siquiera somos capaces de ponerles bien caras.

No suelo cambiar mi imagen de perfil cuando hay una desgracia en la que algunos se creen por encima de otros y les arrebatan la vida. No daría a basto. Está pasando a diario. Tampoco creo que sirva de mucho. Sí que nos queda intentar hacer algo, cada uno, lo que sea, en nuestra medida. Comenzando por educar a nuestros hijos en la empatía y en el respeto, aunque se nos acuse de buenistas.(Que alguien me explique cual es el opuesto a buenismo y por qué he de querer serlo) Está claro que estas generaciones nuestras tenemos ya todo perdido, pero quizás las que nos siguen puedan construir algo mucho mejor.

No entremos en el juego de quienes ganan con las confrontaciones, con las guerras, con el terror... 
Mi generación no ha vivido en carne propia una guerra, hemos vivido con la convicción de que la normalidad en la vida es un derecho, y creíamos que vivíamos en una cultura cuyos pilares eran indiscutibles: libertad en todos los ámbitos, justicia... pensábamos que la humanidad y el ser civilizados era inherente a nuestra forma de vida.

Pero ahora nos damos de morros con la realidad. No tenemos nada, ni somos nada. Sólo somos una inmensa mayoría, repartidos por todo el mundo, de todas las culturas, religiones y pensamientos que lo único que queremos es vivir y ser felices sin que sea a costa del prójimo. No traemos hijos al mundo para que nos los malogren. Ni para que sean parte de la mala gente.


Somos más, muchos más. Deberíamos poder hacer algo. Cualquier pequeño gesto es un comienzo ¿Empezamos?

jueves, 10 de marzo de 2016

En Europa

Hace casi 3 años que mi mirada se paró en unas sandalias blancas. Era una foto en un periódico, había visto otras muy parecidas en los meses anteriores, pero esas se me clavaron lo suficiente como para escribirlo en un post. (Las sandalias blancas, 7 de mayo de 2013).
3 años han pasado, pero no ha cambiado mucho, o nada. Quizás el escenario, y no porque allí ya no pase, sino porque la atención de los medios está ahora en otro sitio, a las puertas de nuestras casas.

Llevamos semanas viendo camisetas rojas, o unos vaqueros con el dibujo de una raspa de pez, una camisa blanca con volantes, un gorro con pompón azul, unas botas azules, unos calcetines rosas, un buzo con orejas de osito, un chupete verde, un chupete blanco, otro chupete verde... y te cuesta quitártelas de la cabeza, y te cuesta contener las lágrimas, y no comprendes cómo puede estar pasando esto ni porqué lo estamos permitiendo.

Para estos pequeños ya se ha acabado todo, ayer mismo otros supimos de otros tres, uno de ellos un bebé de meses. Pero sigue habiendo miles de niños no viviendo, sino malviviendo, entre la guerra o entre tiendas de campaña en Europa, y seguirá habiendo niños que intenten cruzar el mar, si cierran unas fronteras, lo harán por otras. Nada va a detener a los padres que quieren para sus hijos simplemente un sitio donde poder estar en paz.

Cuesta creer que los señores de traje que andan decidiendo lo que hacemos y lo que dejamos de hacer no vean estas imágenes, o si las ven, que no reaccionen ante ellas.
Cuesta mucho verles sonreir tras firmar un acuerdo que, según dice hasta organismos como la ONU, no es legal. Pero es que es inmoral e inhumano.

Pensábamos que esto en nuestra avanzada, civilizada, moderna Europa no pasaba. Que el tema de los derechos humanos lo teníamos superado, sobre todo después de un pasado duro del que aún quedan supervivientes para contarnos cómo fue.

No puedo creerme que los políticos de nuestro país no hablen de esto, salvo alguna excepción, y que no se posicionen y nos cuenten excatamente qué defendemos nosotros. Hoy por primera vez en días, algo se ha hablado, pero es un eco muy lejano.
España se comprometió a acoger a más de 17 mil personas. Llevamos 18. Y ahora se vuelve a comprometer a acoger a 450. ¿Qué cojones es esto? Será que están más ocupados jugando a las sillas. Esto no importa.

No es una cuestión política, no es ni izquierda ni derecha, es humanidad. De verdad que no comprendo cómo se puede estar tan tranquilo mientras miles de personas duermen al raso, familias enteras que están huyendo de sus países no por capricho, no lo entiendo. Que nos importe un pito... que los queramos devolver, echar, a esos mismos que han recorrido kilometros con sus hijos en brazos, que han visto cómo el mar arrancaba vidas recien empezadas.. otra vez, a la casilla de salida.
Y te jodes, no es nuestro problema.

Rober Astorgano
Foto de Rober Astorgano. Fotomovimiento.org


Ilusos somos si creíamos que con horrorizarnos con guerras pasadas, con masacres ya remotas, teníamos todo el camino hecho. Ahora somos mejores. ¿Qué hubiéramos hecho nosotros? Lo de antes era una barbarie.
¡Já!

¿Pero es así realmente?
Frente a las terribles noticias que nos llegan desde los despachos vemos como la gente de a pie se está volcando. Hemos visto a voluntarios de todas partes ir a los puntos clave para ayudar. Socorristas, médicos, payasos, abuelas griegas dando de comer a los bebés... y voluntarios sin más. Gente normal que se desespera y tiene que hacer algo. Porque es lo lógico.
Al fin y al cabo lo que queremos la gran mayoría de la gente es vivir, y hacerlo con tranquilidad con la gente que queremos.
Hace pocos días leíamos esta noticia, El 84% de españoles quieren ayudar a los refugiados 
Campañas de recogida de zapatos, de porta-bebés, de comida... y casi todo gestionado por ONG pequeñas o asociaciones que han ido surgiendo sobre la marcha.
Pero no basta.

Porque pasan los días y nada cambia. Ni en origen ni en frontera.

¿Y esos 10.000 niños perdidos?  ¿No es escandaloso que ya ni se nombren ni se sepa nada?

De momento algo que sí podemos hacer es mostrar si estamos de acuerdo o no con lo firmado entre UE y Turquía, un canje de intereses en el que no se mira para nada los intereses de los afectados.
Yo sí he firmado, convencida de que no lo apruebo.
Si tú tampoco, firma aquí

https://www.change.org/p/heads-of-eu-member-states-appeal-to-european-leaders-safe-passage-now?recruiter=18910721&utm_source=share_petition&utm_medium=copylink

Y mientras, cada uno podemos hacer algo, lo que sea, cada uno en sus posiblidades, el cambio empieza en nosotros, por muy pequeña que sea nuestra acción.
De verdad. Por ellos, y por nuestros hijos, por todos.
En Idomeni



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Más información:
https://www.facebook.com/enredsosrefugiados/
https://www.facebook.com/proactivaservice/
https://www.flickr.com/photos/tags/refugeecrisis

Algunas cuentas que seguir en twitter, algunas desde Grecia
https://twitter.com/partsalis_l
https://twitter.com/Marodriguez1971
https://twitter.com/Rober_Astorgano
https://twitter.com/MalavoltaF 
https://twitter.com/munduhurbila
https://twitter.com/pmarsupia
https://twitter.com/MamenPg_

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Campaña de recogida de portabebés:
http://www.portabebesparasiria.es/es/inicio 

Concentración, día 16 de marzo. En varias ciudades de España, consultar los puntos aquí: 
https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=796576693782307&id=776233615816615&substory_index=0